BOMBA (2013)

Sergio Bizzio nació en Ramallo en 1956. Autor de novelas que han sido publicadas en varios países, y muchas de ellas fueron llevadas al cine. Las últimas publicadas son El escritor comido y Borgestein. También es autor de varios guiones cinematográficos, y dirigió el largometraje Animalada (2000). En 2013 llevó a la pantalla grande su hitoria “Bomba” con un reparto que incluyó a Jorge Marrale, Alan Daicz, Andrea Garrote, Guadalupe Docampo y Romina Gaetani.

Un muchacho santafesino de 19 años (Alan Daicz), que acaba de publicar una novela gráfica (es un fan del cómic), es invitado a la feria del libro, en el viaje se lo olvida el micro y llega muy sobre la hora a Buenos Aires para presentarla. Se instala a toda prisa en un hotel y se sube al primer taxi que encuentra. Pero el conductor (interpretado por Jorge Marrale) no es el típico tachero porteño sino un hombre desesperado y resentido, dispuesto a inmolarse y a generar un caos, ya que tiene el auto repleto de explosivos. Lo que sigue es un tour-de-force cinematográfico y emocional, ya que la película transcurrirá casi íntegramente dentro del coche y se limitará a narrar la relación que se establece entre ese veterano manipulador y el inocente chico que pasa a ser su prisionero.

Decir que la película trabaja sobre el encierro y que resulta, por lo tanto, claustrofóbica es casi un lugar común. El automóvil nunca se detiene, pero en su interior el tiempo parece no pasar nunca y la tensión se vuelve insoportable ¿Volarán por los aires? Bizzio nos enfrenta a una situación extrema y nos obliga (nos somete) a ser testigos incómodos de este juego de gato y ratón, de negociaciones cruzadas y dependencia mutua. La puesta en escena no está mal (el director filmó incluso en plena 9 de Julio), pero el relato depende casi 100% de los diálogos. Hace recordar a Daño colateral, con la diferencia de que en aquella película es Tom Cruise quien toma como rehén al tachero y aquí es lo inverso.

Los personajes son dos víctimas de desengaños amorosos. El pibe, víctima de una chica de su pueblo que, por celos, echó a correr el rumor de que había intentado abusar de ella. Marrale era un ingeniero que tenía su esposa, llevaba una buena vida, pero un día la encuentra con el profe de yoga que, tiempo después, convive con la mujer cuando muere ahogada su hija jugando en la pileta.

Por eso la idea de colocar una bomba frente a la casa de Yoga que llevará a un final sorpresivo. 

Lucía Puenzo (Wakolda; la serie de tv Cromo) produce este film que parece reflexionar sobre la canalización de la ira. Dos personajes con dos tragedias en su vida. La diferencia es que uno decide seguir creyendo y el otro se deja derrumbar y solo encontrará placer si, en su tragedia, arrastra también a quienes le hicieron tanto daño.

En ese duelo de personalidades tampoco puede dejarse afuera la edad de cada uno. A los 20 años un golpe no se asimila igual que a los 60. Una película que invita a repensar la vida, y las tristezas por las que tocan pasar.