John Wayne es, a esta altura no sorprende reconocerlo, uno de los actores que más nos ha conmovido en este espacio y de ahí la vocación en bucear por su carrera buscando cualquier título disponible.

Con esta premisa llegamos a Frontera sin ley, de 1934 un título que pertenece a la etapa previa a la consumación como estrella del “duke” con La Dilencia (J.Ford, 1938).

Wayne, antes de dar el salto a los grandes estudios y presentarse en este magnífico film de quien luego sería uno de sus laderos, John Ford, realizó en pocos años una cantidad inusual de westerns clase B para la compañía Lone Star. Casi todos ellos dirigidos, como en este caso, por Robert N. Bradbury.

Son westerns que están muy alejados de los guiones y producción general de sus mas celebrados títulos como El Dorado o Mas corazón que odio, pero que representan la face de forjación del actor y alguno de ellos, meritorios también.

Un Wayne juvenil que lidia con largas escenas de acción, poco diálogo, poco dramatismo y personajes sin profundizar.

Lo bueno es que, a falta de pan…bien viene el despliegue físico. Y aquí es donde tenemos que valorar estos films. Saltos, peleas, cabalgatas…inclusive un Wayne con mucho más despliegue que es sus obras de madurez actoral.

Puntualmente en este caso trata de salvar a una joven y a su abuelo que viven en una solitaria e indefensa granja de un asesino con combinación de apache y mexicano que lidera una banda temible de asaltantes. Luego de ayudar a huir a la pareja y ponrla a salvo en el pueblo, el sheriff empeora las cosas porque desconfía del propio Wayne, así que, cuando poco después acuchillan al anciano acusan al Duke de la autoría. La existencia de un pasadizo en la granja para comunicar la casa con una cueva (una antigua mina) les permitirá demostrar su inocencia y salvarse, castigando a los villanos y dejando a la muchacha en manos del gran héroe, claro…

Hay abundantes escenas de largas cabalgatas, en la escena final de la lucha en el desierto, la actriz Sheila Terry parece más una modelo francesa de revista, que una mujer de la época.

En este film vemos nuevamente a John Wayne junto a George 'Gabby' Hayes, un icono de la época en el género de los “western”, el conocido Earl Dwire que filmo más de 150 películas entre 1921 y 1940 como actor de reparto y el famoso “stutman” de “Gone with the Wind” (1939) y “Spartacus” (1960), el actor Yakima Canutt.

FRONTERA SIN LEY (1934)