EL HOMBRE DEL PLANETA X (1951)

Esa magia de la ciencia ficción de los 50 y 60. Para algunos comprensible, para otros, inexplicable, por los limitados recursos con los que contaba para hacer las películas. De una forma u otra, son clásicos indiscutibles.

Edgar Ulmer, el mismo director de la magistral El gato negro, de 1934 con Bela Lugosi y Boris Karlof, dirige esa historia que se inicia cuando cunden las noticias de un planeta que se aproxima a la Tierra. La comunidad científica reacciona y dice que se trata del “Planeta X”. Hay una lógica conmoción y uno de los académicos, el profesor Elliot (Raymond Bond), descubre que el lugar más cercano al planeta invasor es un solitario páramo en Escocia donde, casualmente, hay una vieja torre vikinga. El científico se instala allí con su hija y un asistente, que no tardaremos en descubrir como un ambicioso personaje, el Dr. Mears ( William Schallert). Elliot descubre que, para el día 17, el planeta estará en su punto más cerca de la tierra.

Al mismo tiempo llega allí el periodista estadounidense John Lawrence (Robert Clarke)que descubrirá en las inmediaciones de la torre, ahora observatorio astronómico, una cápsula de un desconocido metal y unos días después, una nave con una misteriosa criatura dentro. Luego de varios intentos logran contactar con este personaje que no emitirá ninguna señal sonora. Pero al llevarlo con ellos a la torre, el ambicioso asistente aguarda a estar a solas con la criatura y la presiona para que le entregue sus poderes. Se apaga su equipo de respiración y el científico lo deja por muerto, diciéndole al profesor que la comunicación no fue posible.

Pronto, Lawrence descubre que el extraterrestres se ha ido, llevándose a la hija del profesor, Enid (Margaret campo). Tommy, el alguacil del pueblo (Roy Engle) llega a la torre e informa que en el pueblo faltan algunos también. Lawrence lleva al policía al lugar donde la nave espacial ha sido vista, pero ya no está allí. Con más gente ahora que falta - incluyendo a Mears - las líneas telefónicas muertas y el pueblo en estado de pánico, envían señales luminosas a un barco para que avisen a Scotland Yard -mediante el uso de un heliógrafo- ponerse.

El Hombre del planeta X no se presenta como una criatura agresiva hasta que el asistente del profesor parece violentarlo. Se convierte en un ser peligroso que usa sus poderes telepáticos para hipnotizar a buena parte del poblado, pero al final descubriremos que, desde un principio, el plan de los visitantes era invadir la Tierra.

Un entretenido guion de Aubrey Wisberg y Jack Pollexfen con un reparto encabezado por Robert Clarke, Margaret Field y Raymond Bond.

Escasos efectos, pero valios spara la época, con una criatura, de no ser por los colores, se parecería al Yolanka de Titanes en el Ring.